PLATOS TIPICOS
Este municipio cuenta con una gran variedad gastronómica que deleita el paladar de cada uno de sus visitantes. Como platos típicos encontramos: el pastel de garbanzo, el mute, el cabrito, la hallaca, la solterita, etc.
Pastel de garbanzo hace parte de las gastronomía de Cúcuta.
Su origen cuenta la historia que se debió a que hace mucho tiempo, Doña Juana Rangel de Cuellar poseedora de las tierras donde hoy en día se encuentra Cúcuta, todos los domingos cuando iba a la iglesia recorría trayectos muy extensos entonces veía la necesidad de llevar comida para el camino. Su esclavo de confianza le preparaba una especie de pastel hecho de harina de trigo y relleno de garbanzo condimentado el cual duraba tiempo sin llegar a dañarse, desde entonces en la cocina tradicional de Cúcuta es popular la preparación del pastel el cual se conoce actualmente.
Mute “En voz quechua, muti significa maíz. Se decía que el mute era un caldo de maíz cocido o tostado que comía la gente del común, este se hacía aprovechando las topografías y las siembras que se producen en la región”, asegura Wilson Arturo Cáceres, profesor de gastronomía.
Las solteritas son un postre tradicional de la cocina colombiana, con orígenes muy remotos en la repostería árabe. Sus dos componentes son: la galleta y la crema. La primera se prepara con harina de trigo, azúcar y colorante y se pasa por fritura para generar su textura crujiente. La crema, por su parte, contiene azúcar, zanahoria, ahuyama, fécula de maíz y mantequilla y se prepara a fuego lento para lograr esa suavidad que la caracteriza.
Cabrito este suculento platillo proviene del lado español del mestizaje nororiental del país. se le conoce como cabro o chivo, la llegada de la cabra es comúnmente relacionada con el paso de rebaños que venían de Venezuela y en otros casos al asentamiento de los conquistadores que traían consigo animales domesticados que han tenido usos gastronómicos, artesanales y de carga.
El cabrito servido a la mesa puede considerarse como una conquista santandereana, que encanta los paladares de los comensales; la cual ha librado una batalla histórica para llegar a ser un plato típico y un ejemplo de la cultura santandereana .
La Hallaca nació en las comunidades marginadas durante la época colonial de Venezuela. Los esclavos negros e indígenas preparaban el plato con las sobras de comida que dejaban sus amos, y se preparaba más que todo en los campos de recolección de cacao, maíz y plátano. Después del festín de los amos blancos, los esclavos negros y los indígenas se reunían alrededor de fogatas, juntaban las sobras de comida, hacían un guiso y lo envolvían en hojas de plátano ahumadas, siendo esto un símbolo de unión en común entre las razas que perdura hoy en día y se manifiesta en las familias en épocas navideñas como una tradición.